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Ejecución de la estrategia

Aplicación práctica del Cuadro de Mando Integral: La Estrategia I

Ejecución de la estrategia

Cuadro de Mando Integral

El Cuadro de Mando Integral o Balanced Scorecard es una metodología que carece de sentido si no se atiende a lo más importante: su aplicación práctica. Se trata de un sistema administrativo, principalmente basado en objetivos y responsables, que vamos a desgranar deteniéndonos en cada uno de los input necesarios para su construcción. Tras explicar todos estos pasos metodológicos veremos que hay más allá del CMI, hacia dónde han ido las tendencias y cómo podemos convertir esta herramienta en un sistema integrado de gestión en nuestra organización que nos permita conseguir el Out Performance. Este término, acuñado por los creadores del CMI, Norton y Kaplan, se refiere al alcance de los resultados, situándolos por encima de la media del sector.

El primer paso metodológico del Cuadro de Mando Integral es la Estrategia

La Estrategia

La estrategia es el cimiento de todo lo demás. Podemos tener indicadores o KPI’s, pero sin ella no podemos hablar de Cuadro de Mando Integral. Por tanto, el primer paso debe ser construir la nuestra en base a nuestro plan estratégico.

En caso de no haber definido una estrategia o haberlo hecho de forma tácita sin llegar a formalizarla, la alta dirección de la organización debe reflexionar sobre esta carencia y abordar el problema. Es importante destacar, que los elementos que conforman el mapa estratégico deben estar expresados con una orientación clara a la acción.

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Para definir estos elementos, resulta útil hacerse la siguiente pregunta: ¿Qué tienen aquellas organizaciones que han conseguido implementar correctamente el Cuadro de Mando Integral que no tienen otras? La respuesta es clara: suelen ser los líderes de su categoría, independientemente de su tamaño, financiación, actividad o sector; y cuentan con un proceso formal y sistemático para gestionar la estrategia. Las organizaciones que han logrado implementar este tipo de proceso, han tenido que superar una serie de obstáculos tales como:

  • Liderazgo para el cambio: CMI es el método que nos permite cambiar en nuestra organización. En este punto, es fundamental el liderazgo ejecutivo, expresado de otra forma, grado de preparación de la organización. Este concepto se refiere a la necesidad de contar con líderes a diferentes niveles jerárquicos que actúen como transmisores de este cambio. El despliegue de la estrategia tendrá alcance hasta los niveles en los que la organización cuente con líderes ejecutivos que la comuniquen. Si la estructura organizativa es plana y no posee muchos niveles, esta transmisión será sencilla, pero si se trata de una estructura muy jerárquica y no se cuenta con líderes eficaces en este sentido, existe el riesgo de aparición de una brecha insalvable entre la estrategia y la ejecución de la misma.
  • Sencillez en la descripción de la estrategia: Es importante expresar de manera lógica y simple la estrategia, para que el mensaje cale en la totalidad de la organización. Un planteamiento demasiado complejo y con lenguaje poco asequible hará que las personas de niveles inferiores no se involucren con las iniciativas y la estrategia fracasará. Establezcamos una hoja de ruta sencilla e inteligible.
  • Encontrar sinergias entre las distintas áreas de la organización: Se suele caer en el error de concebir diferentes planes estratégicos para los distintos departamentos o áreas, cuando la realidad es que la organización es un todo integrado y, por tanto, así debe ser la estrategia: global e integrada. El concepto sistémico que aporta el Cuadro de Mando Integral favorece dicha globalidad estratégica.
  • La comunicación: Es de vital importancia comunicar la estrategia de forma transparente a la totalidad de la organización. En primer lugar hacia dentro, para que cada una de las personas involucradas conozca las prioridades y pueda ejecutarse con éxito y en segundo lugar hacia fuera, para nos perciba el mercado, reconozca qué nos hace diferentes y por qué debe apostar por nosotros.
  • Integrar la gestión de la estrategia en el trabajo diario: Lo habitual es que al trazarse la estrategia a largo plazo, dejemos las tareas que de ella se derivan en un segundo plano para cumplir otros objetivos aparentemente más prioritarios. Esta situación puede resolverse pensando a largo plazo pero convirtiendo esta gestión en un proceso a corto plazo que se traduzca a pasos concretos que se pueden dar en el día a día.

Estas son las principales barreras que las organizaciones tienen que superar antes de acometer un proyecto de gestión de la Estrategia.

En sucesivos artículos, veremos el resto de pasos metodológicos que necesitamos conocer para ejecutar con éxito la aplicación práctica del Cuadro de Mando Integral.

A continuación, os dejamos con un fragmento de la conferencia promovida por APD (Asociación para el Progreso de la Dirección) que ofreció Miguel Ángel Calderón, Experto en Balanced Scorecard, sobre la aplicación práctica del Cuadro de Mando Integral.

Software Balanced Scorecard

El Balanced Scorecard (Cuadro de Mando Integral) es sencillo de implementar y gestionar gracias a la automatización, que hace más eficiente el manejo de la documentación, mejora la comunicación y proporciona potentes herramientas para la planificación y seguimiento de actividades.

El software ISOTools Excellence tiene un claro enfoque hacia la mejora del desempeño basándose en la lógica del ciclo PHVA (Planear – Hacer – Verificar – Actuar). Agiliza la gestión de la estrategia al convertirla en un modelo muy sencillo y eminentemente visual.

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