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Metodología Lean

¿Cómo implementar una metodología Lean?

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Metodología Lean

Implementar una metodología Lean, ajusta o libre de desperdicios es algo que tiene beneficios en prácticamente cualquier sector de actividad, ya sea industrial o de servicios. Desde un departamento de marketing hasta la fabricación de automóviles, cualquier actividad puede hacerse de forma más eficiente y productiva.

La metodología Lean se basa en tres conceptos simples que aportan a la cadena de valor:

1.- Enfoque al cliente. Todo tiene que estar enfocado a aportar y mejorar el valor que se le aporta al cliente final, sea cual sea.

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2.- Cultura de eliminación del desperdicio. En Lean, un desperdicio es todo aquello que no aporta valor al producto o servicio final, entendiendo esto en todas sus perspectivas, desde la de producto o servicio básico hasta sus dimensiones ampliadas como el soporte o la atención al cliente. Según las metodología Lean, todo lo que no aporte a mejorar esto debe desaparecer o, al menos, pasar a un plano mucho más secundario, incluso ser subcontratado.

3.- Mejora continua. Este proceso de enfoque al cliente, aporte a la cadena de valor y eliminación de todo aquello que pueda ser superfluo se convierte en un proceso de mejora continua gracias a Lean.

¿Cómo empezar a implementar una metodología Lean?

Lo primero que hay que tener claro para la implementación de una metodología Lean es el cambio cultural organizativo que puede suponer ya que estas metodologías se centran en la mejora continua de los procesos, los propósitos y las personas.

Lean hace mucho énfasis en el liderazgo compartido y fomenta la responsabilidad compartida, lo que en función de la estructura y el estilo de liderazgo de la organización puede suponer todo un reto, al menos para ponerse en práctica de forma rápida. Uno de los principios del Lean es que una gran idea puede nacer de cualquier parte de la organización y en cualquier nivel jerárquico

Paso 1. Identificar el valor para el cliente

Lean entiende el valor desde un punto de vista clásico de marketing. Lo entiende como aquello por lo que una persona está dispuesta a pagar por un producto o servicio, es decir, por la necesidad que satisface, en qué grado la satisface y de qué forma lo hace.

Esto es lo principal. A fin de cuentas si tu producto/servicio no aporta valor, no obtendrás los ingresos esperados y la organización no será sostenible. Por tanto, todo el esfuerzo de los integrantes de la organización debe estar orientado a conseguir el mayor valor agregado posible y para ello, lo primero, es identificarlo.

Paso 2. Mapear el proceso de creación de valor

Una vez identificado el valor por el que el cliente está dispuesto a pagar y comprar nuestro producto/servicio, se deberá identificar todas aquellas acciones, procesos y personas involucradas en la creación de este valor. Hecho esto, estarán identificadas todas aquellas que no aportan a estos procesos.

Con este mapa de valor será posible potenciar aquellos que lo generan y centrar la atención en ellos.

Paso 3. Crear un flujo de trabajo continuo

Es posible que no todos los procesos que crean valor se desarrollen dentro del ámbito de la organización o por personas que la integran. En caso de que parte de la creación del valor esté externalizada es importante que se optimicen los procesos de entrega y la calidad del insumo o el servicio que aporta esta subcontratación.

En caso de ser internas estos procesos cuentan con cuellos de botella o puntos débiles que deberán ser mejorados para que el valor generado sea máximo.

Paso 4. Mejorar el proceso de salida

Si, todo mejora, pero el producto o servicio no se vende con la suficiente fluidez la mejora no ejerce el efecto deseado. Al mismo tiempo que se optimizan los procesos que aportan valor se deben optimizar los procesos de venta, logística y atención al cliente para que el beneficio económico crezca al mismo ritmo que el valor generado.

Paso 5. Implementar la mejora continua

Una vez puestas en marcha todas estas mejoras el sistema queda optimizado para la situación actual. Sin embargo, no estamos solos en el mercado y son muchos los factores externos e internos que pueden influir de forma drástica en la organización. Por ello, es fundamental contar con un sistema de medición continuo y un sistema de alertas para la detección temprana de puntos de mejora en cualquier parte de la cadena de valor.

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