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Planificación de la formación del personal en centros educativos (primera parte)

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Las acciones de reciclaje profesional  para el personal docente y no docente en los centros educativos según mi experiencia se pueden llevar a cabo de tres maneras:

  • El plan de formación es solicitado a nivel individual por cada profesor según sus intereses profesionales y personales.
  • El plan de formación lo propone la propia Administración Educativa a través de una serie de líneas o ejes principales de actuación.
  • El plan de formación lo diseña el equipo directivo teniendo en cuenta los objetivos estratégicos del centro y que deberían estar plasmados en su proyecto educativo.

Por lo tanto podemos concretar que el equipo directivo puede actuar como un mero receptor de pedidos, preguntando al  personal de su centro qué cursos quieren hacer y luego llevarlos a la Programación General Anual (PGA) a través de un plan de formación, que en el mejor de los casos lo colgarán en el tablón de corcho de la sala de profesores, o este plan se puede diseñar teniendo en cuenta el plan estratégico de centro (si se tiene) que recoja los objetivos, metas y plan de acción plasmado en su Proyecto de Centro (PEC).

La decisión sobre qué alternativa es la más adecuada parece no tener discusión, pero como el sentido común es el menos común de los sentidos, esto no se hace según un razonamiento  lógico.

Recuerdo lo que nos transmite la Norma Internacional ISO 9001:2008 en su punto 6 “Gestión de los recursos” concretamente en el apartado 6.2.2 “Competencia, formación y toma de conciencia”, la organización educativa debe:

  • Determinar la competencia necesaria para el personal que realiza trabajos que afecten a la conformidad de los requisitos del servicio educativo.
  • Proporcionar formación o tomar otras acciones para lograr la competencia necesaria del personal
  • Evaluar la eficacia de las acciones formativas tomadas
  • Mantener los registros apropiados de la educación, formación, habilidades y experiencias.

Por lo tanto se desprende de esta Norma que entre las funciones de la alta dirección del centro educativo (Dirección, secretario/a, jefes de estudio, jefes de departamento) están:

  • Identificar las competencias necesarias de todo el personal del centro (incluida la alta dirección), hacer un balance real y actualizado de ellas.
  • Evaluar su eficacia de la formación en la consecución de los objetivos estratégicos del Proyecto Educativo del Centro. Dicho en lenguaje de ir por casa, en lugar de medir la eficacia en “horas nalga” hay que medirla sabiendo cómo contribuye esa formación a reducir por ejemplo el fracaso escolar, a mejorar el clima laboral en el centro, a mejorar el nivel académico, a mejorar el plan de tutorías,  etc.
  • Facilitar al personal la información necesaria y de forma transparente sobre cómo su competencia, toma de conciencia y formación están alineados a esos objetivos clave. Dicho de otra manera todo el personal necesita comprender como se enlazan los objetivos de la Programación General Anual y los objetivos del Proyecto Curricular, con el Proyecto Educativo del Centro.

Ernest Castelló

Auditor jefe ISO 9001

Evaluador y licenciatario en el EFQM

Asesor CMI-BSC

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