¿Qué es la norma ISO 22301 y para qué sirve?
En un mundo donde los riesgos son cada vez más impredecibles, contar con un sistema de gestión que garantice la continuidad...
En un mundo donde los riesgos son cada vez más impredecibles, contar con un sistema de gestión que garantice la continuidad...
El proceso BIA es vital porque permite identificar las prioridades del negocio, los recursos críticos e incrementar el nivel de conciencia de las personas sobre la urgencia de recuperar con la mayor anticipación posible a los procesos. Además permite:
La gestión de continuidad del negocio es fundamental para cualquier organización, especialmente si se cuenta con una propuesta de mucho valor o se suministran productos y servicios vitales para la sociedad. Nos encontramos en un mundo cada vez más cambiante y lleno de incertidumbres también llamado entorno VUCA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo por sus siglas en inglés).
Las organizaciones dan cumplimiento a sus objetivos y la alineación normativa. Esto es así no solo para gestionar mejor sus procesos, sino para brindar confianza a sus partes interesadas. En este sentido, las compañías se ven expuestas a colocar en riesgo cada uno de los elementos que les permiten lograr cumplir estos objetivos. Para ello existen las fases de la gestión de la continuidad del negocio, por medio de ISO 22301.
La industria de la minería es catalogada a nivel mundial como una de las actividades más antiguas del mundo. Esta se puede dividir en dos líneas: la extracción de minerales y en extracción de combustibles fósiles. Su aporte a nivel mundial es de aproximadamente un 11,5% del PIB mundial y puede aumentar dependiendo de la producción de materiales en ciertos sectores. Se estima que a nivel mundial existe aproximadamente 130.000 minas en funcionamiento, pero la pregunta es: ¿Qué normas ISO aplican o encajan con esta industria?
Las competencias hacen parte de aquellos factores claves de éxito en cualquier sistema integrado de gestión, toda vez que estas influencian el logro de los conocimientos y comportamientos deseados por parte de los trabajadores, lo cual trae consigo el logro de la cultura organizacional requerida.
En la actualidad las organizaciones se enfrentan a escenarios muy cambiantes en los cuales intervienen factores clave, por los que se hace necesario contar con un sistema que permita garantizar la continuidad de las operaciones en las organizaciones, entre estos factores encontramos: una dependencia cada vez mayor de las tecnologías de la información y las comunicaciones, una dependencia mutua entre organización-Proveedor, la interconexión de eventos (lo que ocurre en un lugar del planeta aun cuando este lugar tenga una ubicación remota afecta a todos, ejemplo Wuhan y el Covid-19), competencia fiera en la que estar fuera del negocio puede impactar en gran medida a la organización.
Hoy por hoy, cualquier tipo de eventualidad no planificada, puede ocasionar un gran impacto y ser un riesgo crítico para una organización, más aún en momentos de incertidumbre, como los que están aconteciendo a nivel mundial debido a la pandemia ocasionada por el COVID-19.
La continuidad de negocio, en general, comenzó en la década de los 60 en donde se reconoció el desarrollo de un plan de contingencia relacionado con IT. Aunque se empezó a ordenar en procesos a partir de los 70, ya que tiene mucha relación con la evolución de la tecnología y los servicios tecnológicos. Desde los 80 hasta los 90 se utilizó mucho el término de continuidad del negocio, aunque a partir del año 2000 se adopta también el término de resiliencia en las organizaciones.
Hace apenas unos días saltaba la noticia de que algunas de las empresas más importantes del sector tecnológico suspendían su asistencia al Mobile Word Congress de Barcelona. LG, Amazon o Ericsson fueron algunas de las primeras en anunciar su ausencia. Veremos en el siguiente artículo como el fenómeno de la suspensión de uno de los eventos de tecnología móvil más importantes del mundo se debe a que no encontramos en un entorno VUCA.